martes, 14 de mayo de 2013

Secretos de productores


La máquina dispuesta para acometer los macizos cañeros.
Las tierras dedicadas al cultivo de la caña en Calimete son las más fértiles del país. Tesis sustentada en la producción y rendimientos de los últimos años. En la zafra azucarera anterior sus unidades promediaron ¡73,2! toneladas por hectárea.

Plausible resultado que garantiza una parte importante de la materia prima requerida por el eficiente ingenio Jesús Rabí, además de tributar 61 t a los centrales Antonio Sánchez y 5 de Septiembre, de Cienfuegos.

El guarismo escrito en el primer párrafo es superior a las 54 t estipuladas en la Tarea Álvaro Reynoso, que en otros territorios están distantes de alcanzar.

Este desempeño del sureño municipio no son fortuitos, se debe a un sistema laboral de muchos años, establecido para Unidades Empresariales de Bases (UEB) y formas productoras.

En esta contienda sobrepasan los estimados y hace pensar que al finalizar la misma obtengan 76 t por ha.

LABORIOSIDAD PERPETUA


Al referirse a tales éxitos, Armando Lovelle Chávez, jefe de atención a productores de caña del Rabí, citó varias razones. Tradición, suelos y estabilidad laboral. Contar con técnicos preparados y cuadros dirigentes curtidos.

“En la caña no hay secretos. Hace más de 150 años el sabio Álvaro Reynoso dijo que la única forma de producir caña es trabajar fuerte con la composición de cepa; manejar bien las plantas dejadas, y acertadas siembras de frío y primavera. Si esto se respeta, hay alto rendimiento y resultado.


“Es indispensable saber preparar los suelos, con surcos adecuados, profundos. Debe enmarcarse el sembrado del 15 de junio y el 15 de septiembre. Esto nos favorece al tener condiciones. Determinante en la germinación: calidad de la semilla, horas de luz, temperatura y humedad. Elementos básicos, además de lo anterior.

“Cuando siembras en junio debe tenerse suficiente fuerza de trabajo dedicada a los retoños, para asegurar las plantaciones futuras. Controlar la maleza es esencial para que los nutrientes solo los aproveche la planta. Como sistema introducimos la fertilización dentro del surco y, a los 20 días, el cultivo a importantes cantidades de áreas.

“Empleamos variedades universales, factible de dejar y cortar en cualquier época del año, como la 8751, introducida con fuerza  en el riego, y la 8612, de irrigación y secano.

“En los suelos la cobertura de paja conserva mayor humedad y protege de los rayos solares. Aplicamos, asimismo, grandes cantidades de materia orgánica”, explicó el experto.

“La unidad de menos rendimiento supera las 51 t x ha. Apodaca, El Roque y La Esperanza son UBPC que mejoran, y las CPA son ejemplos, en particular la 28 Enero, Dagoberto Rojas, Alexander Stabolisnki y Andrés Olano, con excelentes resultados. 

“Hay diferencia entre productores de la ANAP y las UBPC. En atención al hombre, salario, estímulo; sentido de pertenencia, producción y rendimiento. Las CPA están más consolidadas.

LLUVIA, NO DEL CIELO

La introducción en el municipio de maquinas de riego, en especial el sistema de pivote central, es importante para cumplir el objetivo de llegar a 33 por ciento de las tierras bajo agua, incluidos donde se hallan bancos de semillas.

“En estos momentos solo abarcamos el 17 por ciento de las áreas, y llevando a zafra el 9%, si bien las últimas máquinas recibidas están por instalar. El próximo año el volumen será mayor.

“También hay dos tractores Scania para recuperación cañera, y a pesar de insuficiencias en implementos, adaptamos cuanto existe. NOVEDADES EN COSECHA

La introducción de la nueva tecnología en la cosecha de la gramínea es otro hecho novedoso que favorece a la industria azucarera.

“Hacemos la zafra con cinco cosechadoras Case, brasileñas, de rendimiento promedio diario por máquina de 605 toneladas de caña, cortada y limpia. Ellas sustituyen a 24 KTP, que en nuestro caso, las mejores del país, derribaban 170 t cada una por día.”

Con la combinada marcha un tractor y dos trailer. Estos actúan de autobasculantes y, en área aledaña, echan la caña en rastras Scania, de 60 t de capacidad. Una sola sustituye a casi cinco camiones Kamac. También quedaron eliminados centros de limpiezas y 105 jaulas de ferrocarril, con sus cuatro locomotoras. Grande es el ahorro de combustible, piezas y neumáticos.

Ese es el Proyecto Vitrina, subseptible de perfeccionar cuando las posibilidades lo permitan, pero primero hay que producir caña y mejorar rendimientos. Sin ello no habrá otros recursos.

“La industria azucarera futura debe ser de alta tecnología, cuando sea permisible. Lograrlo demanda aumentar los renglones fundamentales antes citados, el mayor problema“, dijo Lovelle.

Habrá tecnología que, bien utilizada, aportará grandes beneficios, pero inteligencia y consagración al trabajo serán determinantes para toda obra, la azucarera no está exceptuada.

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