De strikes,
bolas, jonrones, out y controversiales árbitros se compone la polémica
apasionada de Cuba: el béisbol, un fenómeno sociocultural capaz de mover –como
ningún otro- a grandes multitudes, y despertar en cada cubano alegrías y
también inmensos malestares, en dependencia de los aciertos o tropiezos de su
equipo favorito.
Pero no me referiré a las ardientes discusiones que se debaten en cada
esquina, centros laborales, escuelas y hasta en los ómnibus públicos en toda
Cuba, sino a una “pandemia” que no entiende de soporte mediático (radio,
periódico, televisión, Internet) y, peor aun, se establece en los medios
nacionales como una costumbre sin disimulos. Es, sin lugar a dudas, el
Industrialismo.
Algunos me tildarán de antiindustrialista pero ¿es aceptable permitir el
culto divino a tal equipo cuando no es el único del béisbol en nuestra bella
isla antillana, aunque así sea para los orgullosos fanáticos azules?
Es
cierto que la novena capitalina es excelente, con una exitosa historia, y
desaciertos, en las Series Nacionales cubanas, exhibe una portentosa alineación
de hombres habilidosos y técnicos. Sin
embargo, no es motivo para la adoración excesiva a sus peloteros y manager.
Ejemplos
hay millones. Comentaristas de televisión que, lejos de ser discretos y regirse
por la imparcialidad deportiva, magnifican a los Leones de nuestra Capital en
varias ocasiones durante toda la
narración del juego de pelota, en detrimento del contrincante y, de igual
forma, ignoran el deseo que tiene la afición no industrialista de escuchar los nombres de otros peloteros no
azules.
Títulos
triunfalistas con carga capitalina destacan en la prensa nacional, aunque otros
equipos y sus aguerridos peloteros merezcan similar privilegio mediático. Sin
embargo, fueron opacados por el favoritismo a los Industriales. ¿Y qué
decir de la repetitiva frase en todas
partes de “el equipo insignia del béisbol cubano”?
Es real
que acaba de cumplir 50 años, pero antigüedad, según el diccionario de la Lengua Española, no es igual a
Insignia, ¿o es que quienes así llaman a Industriales no saben el significado
de la palabra?
Bueno, para qué citar más evidencias si existen
centenares. Lo cierto es que la tropa industrialista -medios nacionales- debe concientizar,
si la pasión no los ciega totalmente, sobre la importancia del equilibrio temático
en asuntos beisboleros, y dedicar
páginas deportivas a peloteros valiosos sin importar su lugar de procedencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario