viernes, 8 de marzo de 2013

III Clásico Mundial de Béisbol: Cuba-Taipei de China van por todo

Los cubanos sin otra opción que ganar y ganar.
Los seleccionados nacionales de Cuba y Taipei de China irán por todo este sábado en busca del triunfo que les permita continuar en la segunda etapa del III Clásico Mundial de Béisbol.
Esta novenas se enfrentarán desde la cinco de la mañana (hora de Cuba), pero todavía se desconoce los abridores para el crucial partido, si bien los cubanos puede que dependan del derecho Vladimir García, pues los asiáticos no son chocadores de bolas rápidas, características estas del Cañón de la Trocha, como se conoce al veloz pitcher de Ciego de Ávila.
Este encuentro no admite límites en cuanto a utilizar lanzadores porque una derrota es igual al boleto de regreso de casa, y el que gane se las verá luego con el vencedor del juego del domingo entre Japón y Holanda, victimarios de Taipei de China y Cuba, respectivamente.
TULIPANES ENVENENADOS
De nuevo los cubanos chocaron con la misma piedra por partida doble: el pitcher zurdo Diegomar Markwell y el equipo de Holanda, para caer la noche de este jueves con pizarra de seis anotaciones por dos.
Mucho se ha hablado de el estudio de los equipo contrarios, pero al parecer los técnicos del béisbol de la Mayor de las Antillas no han podido descifrar cómo hace Diegomar para doblega con relativa facilidad a los bateadores cubanos, a los que ha dominado dos veces este año, antes y durante el Clásico Mundial.

Salvo el camarero-torpedero matancero José Miguel Fernández y los artilleros Alfredo Despaigne y Yulieski Gourriel, los demás peloteros nada pudieron hacer ante el control y lanzamientos en rompimiento del siniestro holandés, que la parecer envía hacia el home tulipanes envenenados, muy difícil de asimilar por sus adversarios.
Mucho pesó en el  actuar  de los antillanos los cinco doble play fabricaos por los holandeses, en momentos en que aconsejaron toques de bolas que no se indicaron por el alto mando de los derrotado. Por ejemplo José Dariel Abreu lo hizo en par de ocasiones al conectar roletas por el cuadro. Sin embargo, en el juego anterior sí se lo indicaron. No siempre se puede ganar al batazo, sobre todo cuando el pitcher domina.
Y si bien los vencedores lo aprovecharon todo, como se dijo en la conferencia de prensa y reflejan las agencias, por qué entonces no buscar alternativas, creatividad para contrarrestar tanta excelencia. Recuérdese que hace unas semanas el mismo serpentinero holandés había blanqueado a Cuba en choque de preparación. ¿Qué hicieron los especialistas del béisbol cubanos desde entonces? Al parecer muy poco, por no decir nada.
A Ismel Jiménez en esa ocasión le dieron con fortaleza, y volvió a ser el elegido. Con los dos boletos de la primera entrada, en que los tulipanes llenaron las bases, era suficiente para haberlo relevado. En el segundo episodio, luego del jonrón de Curt Smith, se le dejó y lo castigaron duro para fabricarle otra anotación.
Tampoco fue acertado traer de relevo a Yadiel Pedroso, un lanzador lejos de las facultades que lo hicieron en el mejor de Cuba. Lo confirmó su noble envío por el centro del home  
Ismel Jiménez (1-1), el derrotado, abrió con la intención de convertirse en el lanzador más ganador del certamen, pero en uno y dos tercios de innings toleró cinco indiscutibles, con par de anotaciones, todas limpias.
“Me equivoqué en un lanzamiento, el envío en recta al octavo bate Kalian Sams, que me dio doble. El jonrón del séptimo Curt Smith, fue una slider abajo que sacó con una fuerza respetable. En esa no me equivoqué”, dijo a la prensa el trinitario, pero ante temibles bateadores era aconsejable bordear las esquinas.
Por su parte, Taipei de China cayó ante Japón 4-3 en un dramático partido que se extendió a 10 entradas, en el que los vencedores vinieron de abajo dos veces. Primero perdían 2-0 e igualaron el marcador. Luego, en el noveno, empararon a tres.

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