viernes, 15 de febrero de 2013

Alineación del CUBA en el Clásico Mundial de Béisbol

La ofensiva cubana tiene que hacerse sentir desde el primer juego.
Informada la composición del seleccionado cubano para el III Clásico Mundial de Béisbol, que se desarrollará a partir del 2 de marzo próximo en ciudades de América y Asia, e iniciada la gira por este último continente, la interrogante ahora está relacionada con la posible alineación del poderoso elenco cubano.
No tengo dudas de que, fortalecidos en la defensa y el pitcheo, hay que situar en el orden al bate a los más sobresalientes bates en ristre, porque el primer y segundo juego deciden la clasificación, en particular el inicial frente al sorprenden equipo de brasil, 24 horas después de la jornada de apertura, o sea, el domingo día 3.
Me atrevo a señalar, de acuerdo con los resultados en la Serie Nacional y entrenamientos, el orden al bate siguiente.
José Miguel Fernández (2b), Yulieski Gourriel (3b), Frederich Cepeda (jd), Alfredo Despaigne (ji), Eriel Sánchez (r), José Dariel Abreu (1b), Alexei Bell (bd), Erisbel Arruebarruena (ss) y Guillermo Heredia (jc).
Esto permite que, a partir del séptimo turno los tres hombres que siguen poseen mayores posibilidades de llegar a la inicial por su condición de chocadores de bola y ser impulsados por los demás.
A algunos pudiera esto parecerle descabellado, pero frente a lanzadores de excelente calidad, en particular los japoneses, profesionales en su gran mayoría, no puede haber laguna y mucho menos brindarle la posibilidad de un orden al bate con fisuras, que les permita “refrescar”. Todo lo contrario, mantenerlos tensos, con envíos que exijan energías y canden a los brazos.

Por vez primera en muchos años, la novena cubana contará con un selecto banco, a la espera de cualquier emergencia ofensiva. Lo mismo de hombres de tacto como de descomunales batazos, como Raúl González, Andy Ibáñez, Yosvany Peraza y Luis Felipe Rivera, sin obviar lo oportuno del capitalino Frank Camilo Morejón.
No obstante, se permiten cambios. Por ejemplo, algunos colegas me sugieren situar a Heredia y a José Miguel primer y segundo bateadores, pero tal hecho, a mi parecer, alejaría a los hombres capaces de cambiar la decoración del encuentro con un solo estacazo, expresado en buen lenguaje criollo.
En realidad, el tema tiene suficientes aristas por donde cortar y puede cada lector hacer sus conjeturas, conformar alineaciones o estar en desacuerdo con lo aquí planteado por este humilde servidor, porque lo más importante, a nuestro modo de ver, es suscitar esa efervescencia a cada aficionado cubano y de otras latitudes del planeta Tierra gusta del buen béisbol, que es decir discutir, debatir, analizar y ofrecer su punto de vista, que también respetamos si no las hace llegar en sugerentes comentarios.
Lo que sí está claro es que a partir de ahora la temperatura beisbolera ascenderá a grados insospechables, al menos en nuestra amada Isla caribeña, donde la pelota es pasión, y por ella se dejan a un lado otras obligaciones y necesidades, e incluso se olvidan novias y posponen citas previas. Los cubanos de pura cepa somos así cuando de béisbol se trate.
No desconocemos a los rivales, sobre todo a los asiáticos por su calidad y ser muy eficientes en los sistemas de juegos, pero los cubanos están afiladitos, como hombres sobrada experiencia y otros más jóvenes, pero sobrados de talentos y, sobre todo, deseos de ganar y ganar.

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