La defensa del Matanzas tiene que mejorar. |
La ofensiva yumurina no es oportuna. |
El revés 9-4 del martes frente a los Naranjas de Villa Clara, por segunda ocasión en la presente 52 Serie Nacional de Béisbol, cayó como el agua fría de referencia en el axioma, por ser considerado este el rival menos fuerte de los ocho clasificados.
Por lo general, cuando un equipo pierde tres encuentros seguidos, se intenta por todos los medios salir del camino adverso y levantar la moral de los peloteros, máxime cuando tienen como propósito clasificar entre los cuatro primeros y pasar a la ronda decisiva.
Joel (9-1), y tres de los éxitos en la actual etapa, debió abrir el martes, con siete días de descanso. Se alegará el respeto a la rotación, pero tal atadura provoca desventaja con la necesidad de salir del atolladero, más aun cuando ganan y avanzan rivales como Industriales, Ciego de Ávila y el propio Villa Clara.
Por otra parte, satisfizo la actuación de Víctor Víctor como primer bate, con cuatro hits, y las reacciones de Yadiel, Herrera y Santoya, aunque el bateo no es oportuno y la defensa declina.
Si algo favorece a los yumurinos a estas alturas es su condición de anfitrión en cinco de los restantes ocho compromisos, sin contar el actual.
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