Cocodrilos: Por todas… y por más

Los aficionados esperan por el regreso de sus Cocodrilos.

Foto: Ramón Pacheco Salazar
Para una buena parte de los aficionados cubanos la selección de Villa Clara será en breves días el nuevo rey del béisbol cubano. Criterio sustentado en los dos primeros éxitos alcanzados a costa de los Cocodrilos de Matanzas, con pizarras de 4-0 y 8-1, en juegos realizados en el estadio Victoria de Girón, cuartel general de los saurios.
Y no es menos cierto que el equipo yumurino se ha visto disminuido en estos dos primeros encuentros de la finalísima de la 52 Serie Nacional de Béisbol, y hasta he pensado que se conforman con el segundo lugar, que conquistaron en buena lid, al dejar atrás al campeón y subcampeón de la temporada anterior: Ciego de Ávila e Industriales, e incluso a Sancti Spíritus y Pinar del Río, también grandes de la pelota cubana.
Es cierto que tuvieron delante a las consideradas primeras figuras del pitcheo villaclareño: Freddy Asiel Álvarez, quien de haberse comportado así en el III Clásico Mundial la novena cubana hubiese tenido otra suerte, y al zurdo  Misael Siverio, el de la eterna promesa, pero considero que, pese a ello, faltó combatividad y explosividad en los anfitriones.

Los mataderos están obligados a sacar el extra, pues a estas alturas jugar solo con el rendimiento habitual será funesto, como se demostró en las dos jornadas iniciales. Tienen para hacerlo, tanto en el orden ofensivo como defensivo, en particular, pitcheo, aspecto este último en el que algo funciona mal, pues cómo explicar que Joel Suárez y Jorge Alberto Martínez se hallan presentado tan mal en sus ultimas apariciones.
Sin dejar de reconocer que José Miguel Fernández y Guillermo Heredia llevan casi dos años seguidos calzando el guante y bate en ristre, lo cierto es que en estos juegos por el título nacional y en los anteriores de  semifinales aportaron poco a la causa, como no sea el cuadrangular del último de ellos ante Siverio este miércoles.
Si bien la tarea es difícil, al celebrar, desde el sábado próximo, tres choques en patio ajeno —estadio Augusto César Sandino—, todavía están en la pelea y pudieran ganar par de ellos y volver a sus predios del Victoria de Girón. La pelota es impredecible, cualquier cosa puede ocurrir, aunque muchos piensen que lo ocurrido en Sancti Spíritus, en el último juego, se repite cada cien años. La pelota, como la materia, también está en constante evolución.     
Los villaclareños claman por una victoria definitiva que los esquiva en los últimos años. Ahora, con Dayron Varona, Yordan Manduley, Danel Castro, Edilse Silva y Jonder Martínez, todos refuerzos, más Ariel Borrero y Yenier Pérez, y un pestano a media agua, así como el “mejor cuerpo de lanzadores” que proclama el mentor Moré —olvida que ese staff no ha podido dar tal satisfacción a su pueblo—, pudieran lograr tal alegría.
Por su parte, los Cocodrilos yumurino tendrá que limar bien sus dientes ante un rival muy peligroso si no quiere caer en cuatro juegos al hilo. Armas tienen, solo debe saber emplearla en el momento oportuno, y no cometer tantas pifias defensivas y otras, las mentales, igual de dañinas para el colectivo.
De nuevo, que gane el mejor, y el de mayor suerte.