martes, 22 de enero de 2013

“Me gusta más batear que fildear”, José Miguel

El segunda base José Miguel Fernández estará en el III Clásico Mundial.
Foto: Ramón Pacheco Salazar

A los seis años de edad el pequeño José Miguel Fernández corría eufórico entre bases por el estadio Mario Martínez Arará, de Colón, motivado por su primo-hermano Lázaro Herrera, quien acababa de participar en un torneo internacional fuera del país, en la categoría 11-12.
Se fraguaba así el pelotero que a partir del próximo día 2 de marzo defenderá los colores de su Patria en el III Clásico Mundial de Béisbol, como jugador de cuadro, área en la que se desempeñó desde los inicios de su carrera deportiva.
“Siempre me gustó la pelota como único deporte y el cuadro para defenderlo, en particular la segunda base. Jamás pensé hacerlo como torpedero o inicialista, en tercera sí. Y ya ven, puedo, y considero que no tan mal”, asevera el espigado camarero de 24 años y 1,83 metros de estatura.
“Todos los días Lazarito me llevaba al terreno para que aprendiera y decía que solo con mucha dedicación sería bueno. Algo similar exigía mi padre, Antonio, quien también señalaba que tenía que seguir los pasos de Eduardo Cárdenas, ejemplo por su disciplina y comportamiento en general. Lo admiro y respeto como merece”.

En relación con su inclusión para la próxima cita de Japón, donde jugará el Grupo 1, formado por Cuba, Brasil, Republica Popular China y anfitriones, José Miguel manifestó: “Al regreso de la gira por Asia me propuse integrar el equipo. Reto basado en la esmerada preparación, si bien mi resultado de la anterior y esta temporada constituyen base y consideración para ser elegido.
“Es un privilegio. En nuestro país existen muchos peloteros con calidad en mi posición. Este honor lo defenderé con el máximo de entrega en el terreno. Uno nunca piensa en negativo, pero llegar al CUBA cuesta grandes sacrificios y mucho amor al deporte, equipo y a los aficionados, cuyos aplausos estremecen y calan hondo, muy hondo.”
Natural de San Luis, Santiago de Cuba, desde bien temprano sus padres se trasladan para Colón, ciudad natal de su progenitor, mientras que Nodalis Díaz, la madre, nació en la referida localidad indómita.
“Prefiero batear más que defender. Y aunque se dice que lo primero es más difícil, para mí es todo lo contrario”, expresa y asegura que este año los Cocodrilos de Matanzas solo se conforman con el primer lugar. Ya sabemos vencer, cómo lograrlo: Vamos por más, como dice el profesor Víctor Mesa.
“A él y a los demás entrenadores, preparador físico, médico y masajista agradecemos cuanto logramos ahora, sin olvidar a quienes nos formaron en diferentes etapas. Por ellos, por Cuba, daremos todo en el Clásico”.

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