Salvador Valdés Mesa en la planta de azúcar refino del ingenio Mario Muñoz. |
Foto: Ramón Pacheco Salazar
“Por encima de intereses
individuales y colectivos, para nuestros trabajadores está el compromiso de
defender la continuidad de la Revolución Socialista. Solo así preservaremos la soberanía
y libertad conquistadas”, expresó Salvador Valdés Mesa, secretario general de
la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), durante su estancia en Matanzas, este
jueves.
El también miembro del Buró
Político del Comité Central del Partido Comunista expresó que las
transformaciones que tienen lugar en el país son necesarias para consolidar y
llevar adelante la economía nacional, fundamental para el desarrollo en el cual
estamos inmersos todos.
“La clase obrera, los trabajadores
estatales y no estatales tenemos la gran responsabilidad de ser eficientes en
los servicios y la producción, y ahorrar cuanto recurso sea necesario para
lograr tales objetivos. Debemos ser productivos para sostener la actividad
económica y apoya todos los acuerdos emanados del Partido y su consecución”,
aseveró.
En el intercambio con la prensa
acreditada antes de iniciar un recorrido por las industrias azucareras René
Fraga Moreno del municipio de Colón, y el coloso Mario Muñoz Monroy, de Los
Arabos, se refirió a la convocatoria realizada con motivo del XX Congreso de la
CTC.
También a los eventos que
acompañarán al magno evento, como la presentación de los planes económicos en
centros laborales, asambleas sindicales de base; la de someter a consulta
democrática con los obreros el Código de Trabajo, aprobado por la Asamblea
Nacional del Poder Popular, y a las conferencias en los diversos rangos del
Movimiento Obrero.
Valdés Mesa dijo que se requiere
Sindicatos fortalecidos, que logren organizar, guiar y movilizar a la clase
obrera, a la que también debe informársele oportunamente de los cambios actuales,
como el redimensionamiento laboral, para erradicar plantillas infladas. “Que estén
los más capaces e idóneos, para garantizar mejor servicio, productividad y
eficiencia”.
Añadió que el Sindicato tiene
funciones básicas en el socialismo, organizar a los trabajadores, afiliarlos,
de forma consciente y voluntaria, además de representarlos. “Hay que influir en
ellos con una escala de valores bien definida: Sentido de pertenencia,
laboriosidad, patriotismo”.
Habló acerca des nuevos actores y
gestores los trabajadores no estatales. “Hemos hecho una apertura en ese
sentido. Y llevaremos las cooperativas al resto de los sectores del país. El
Código de Trabaja ofrece esta posibilidad a estos nuevos empleadores, esta una
faceta más allá de ser trabajadores.
“Ellos también están obligados a
cumplir con las leyes, el Código del Trabajo, la Seguridad Social, las leyes
tributarias y ocupan un lugar muy importante en la preparación hacia el XX
Congreso de la CTC”, donde tendrán su espacio.
Por último se refirió al ahorro, la
necesidad de hacerlo como recurso potencial del país, todavía susceptible a
mejorar enormemente en cuanto a electricidad, metales, vidrios, papel, cartón,
combustible, piezas, rodantes y otros que tanto cuestan al país importarlos en
medio de la cruda crisis económica.
Posteriormente el Secretario
General de la CTC compartió con los colectivos obreros de los ingenio René
Fraga Moreno, en el que visitó uno de sus pelotones de combinadas cosechadoras
de caña de la Unidad Básica de Producción Cooperativa La Lucía, con cuyos
operadores indagó sobra la producción y productividad, salario, atenciones,
ropa, calzado y alimentación.
Luego el dirigente sindical estuvo
en el Mario Muñoz, el más joven de los centrales azucareros construido por la
Revolución, en ese momento de mantenimiento. Aprovechó para conocer horas
laborales, la operatividad y cuánto demoraban en lograr sus objetivos de
atención a la maquinaria en molinos, centrífugas, caldera de vapor u otras áreas
vitales, incluida la de azúcar refino.
Al finalizar, además del
reconocimiento a los trabajadores por la importante labor que realizan,
significó que el próximo 22 de enero se cumplen 65 años del asesinato del líder
sindical azucarero Jesús Menéndez, en 1948 en Manzanillo, actual provincia de
Granma.
“Por tal motivo la fecha debe
convertirse en un objetivo para los azucareros matanceros y del país: cumplir
sus respectivos planes de producción. Este será una buena motivación para ellos,
porque Jesús Menéndez, junto a Aracelio Iglesias y Lázaro Peña, legaron sabias
enseñanzas al Movimiento Obrero, y su ejemplo trasciende y el mejor homenaje es
librar y salir victorioso de la batalla económica en la que estamos inmersos.
“Tengo la apreciación positiva de que lograrán tales propósitos, como lo
hizo este central Mario Muñoz en la llamada zafra chiquita, junto a Jesús Rabí,
de Calimete”, concluyó Salvador Valdés Mesa.
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