lunes, 21 de enero de 2013

“Defender el Socialismo, es nuestra primera demanda”, Salvador Valdés Mesa


Salvador Valdés Mesa en la planta de azúcar  refino del ingenio Mario Muñoz.
Foto: Ramón Pacheco Salazar 
“Por encima de intereses individuales y colectivos, para nuestros trabajadores está el compromiso de defender la continuidad de la Revolución Socialista. Solo así preservaremos la soberanía y libertad conquistadas”, expresó Salvador Valdés Mesa, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), durante su estancia en Matanzas, este jueves.
El también miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista expresó que las transformaciones que tienen lugar en el país son necesarias para consolidar y llevar adelante la economía nacional, fundamental para el desarrollo en el cual estamos inmersos todos.
“La clase obrera, los trabajadores estatales y no estatales tenemos la gran responsabilidad de ser eficientes en los servicios y la producción, y ahorrar cuanto recurso sea necesario para lograr tales objetivos. Debemos ser productivos para sostener la actividad económica y apoya todos los acuerdos emanados del Partido y su consecución”, aseveró.

En el intercambio con la prensa acreditada antes de iniciar un recorrido por las industrias azucareras René Fraga Moreno del municipio de Colón, y el coloso Mario Muñoz Monroy, de Los Arabos, se refirió a la convocatoria realizada con motivo del XX Congreso de la CTC.
También a los eventos que acompañarán al magno evento, como la presentación de los planes económicos en centros laborales, asambleas sindicales de base; la de someter a consulta democrática con los obreros el Código de Trabajo, aprobado por la Asamblea Nacional del Poder Popular, y a las conferencias en los diversos rangos del Movimiento Obrero.
Valdés Mesa dijo que se requiere Sindicatos fortalecidos, que logren organizar, guiar y movilizar a la clase obrera, a la que también debe informársele oportunamente de los cambios actuales, como el redimensionamiento laboral, para erradicar plantillas infladas. “Que estén los más capaces e idóneos, para garantizar mejor servicio, productividad y eficiencia”.
Añadió que el Sindicato tiene funciones básicas en el socialismo, organizar a los trabajadores, afiliarlos, de forma consciente y voluntaria, además de representarlos. “Hay que influir en ellos con una escala de valores bien definida: Sentido de pertenencia, laboriosidad, patriotismo”.
Habló acerca des nuevos actores y gestores los trabajadores no estatales. “Hemos hecho una apertura en ese sentido. Y llevaremos las cooperativas al resto de los sectores del país. El Código de Trabaja ofrece esta posibilidad a estos nuevos empleadores, esta una faceta más allá de ser trabajadores.
“Ellos también están obligados a cumplir con las leyes, el Código del Trabajo, la Seguridad Social, las leyes tributarias y ocupan un lugar muy importante en la preparación hacia el XX Congreso de la CTC”, donde tendrán su espacio.
Por último se refirió al ahorro, la necesidad de hacerlo como recurso potencial del país, todavía susceptible a mejorar enormemente en cuanto a electricidad, metales, vidrios, papel, cartón, combustible, piezas, rodantes y otros que tanto cuestan al país importarlos en medio de la cruda crisis económica.
Posteriormente el Secretario General de la CTC compartió con los colectivos obreros de los ingenio René Fraga Moreno, en el que visitó uno de sus pelotones de combinadas cosechadoras de caña de la Unidad Básica de Producción Cooperativa La Lucía, con cuyos operadores indagó sobra la producción y productividad, salario, atenciones, ropa, calzado y alimentación.
Luego el dirigente sindical estuvo en el Mario Muñoz, el más joven de los centrales azucareros construido por la Revolución, en ese momento de mantenimiento. Aprovechó para conocer horas laborales, la operatividad y cuánto demoraban en lograr sus objetivos de atención a la maquinaria en molinos, centrífugas, caldera de vapor u otras áreas vitales, incluida la de azúcar refino.
Al finalizar, además del reconocimiento a los trabajadores por la importante labor que realizan, significó que el próximo 22 de enero se cumplen 65 años del asesinato del líder sindical azucarero Jesús Menéndez, en 1948 en Manzanillo, actual provincia de Granma.
“Por tal motivo la fecha debe convertirse en un objetivo para los azucareros matanceros y del país: cumplir sus respectivos planes de producción. Este será una buena motivación para ellos, porque Jesús Menéndez, junto a Aracelio Iglesias y Lázaro Peña, legaron sabias enseñanzas al Movimiento Obrero, y su ejemplo trasciende y el mejor homenaje es librar y salir victorioso de la batalla económica en la que estamos inmersos.
“Tengo la apreciación positiva de que lograrán tales propósitos, como lo hizo este central Mario Muñoz en la llamada zafra chiquita, junto a Jesús Rabí, de Calimete”, concluyó Salvador Valdés Mesa.

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